Alejandra, actriz
Las Constelaciones Familiares me han permitido poner palabras a procesos muy íntimos y profundos. Cuando asisto a una Constelación Familiar, mi alma se abre y aprende. Hacer de representante me recuerda muchas cosas de mi propia esencia y de la vida humana.
Me ayuda a honrar cada existencia experimentando el amor que se esconde detrás de cada nudo, detrás de cada vivencia, por dolorosa que sea.
Es como gimnasia para el alma.
Me ayuda a seguir abrazando mis sombras, a anclarme, a expandirme, a comprender y a recordar.
Es maravilloso descubrir que el alma no juzga, que es tan poderosa que transforma las vivencias y evoluciona gozosa.
Ver que todas las historias son sagradas, que todas buscan el perdón, y sentir hasta qué punto todos y todo está conectado me transforma en un ser más humano y más compasivo.
Gracias
Alejandra, www.alejandrajimenezcascon.com