INSPIRACIONES: IMPLICACIONES QUE MARCAN UN DESTINO

Julio 2015 – Hoy mi abuela cumple 102 años.

familia en el campoElla, por razones que ignoramos, vio cambiar su físico en la época en que su novio, mi abuelo, fue llamado al servicio militar.

Eran tiempos de la Guerra Civil española. Y durante ese tiempo, quizás por el miedo, pasó de estar delgada a estar muy gruesa.

Y no sabemos si fue por eso o por otra cosa, el bebé de su primer embarazo venía muy grande. El parto empezó en un tercer piso, en Barcelona. La Barcelona de la Guerra Civil. El médico no llegó. El parto fue largo, muy largo, y complicado. Ella quedó agotada. Se llevaron al bebé porque también sufrió en el parto.

El bebé murió. Aunque ella no lo supo hasta mucho después.

Los médicos sugirieron a los familiares que le ocultaran la noticia con el fin de que se recuperara del parto y no tuviera otro impacto.

Y todos se vieron envueltos en la ocultación.

Quince días.

Quince días pasaron sin que ella supiera ni viera a su bebé, aunque preguntara por él. Hasta que le comunicaron el desenlace. No se habló con mi abuelo por meses. De hecho, el enfado duró años. El resentimiento y el dolor duraron años también y se extendieron hacia los hombres en general. Años después nació mi padre (en la foto).

¿Y el bebé? El bebé se fue sin nombre. Y suponemos fue enterrado. No sabemos. No volvieron a hablar de ello jamás.

Por mi parte, el deseo de que pueda reencontrarse con su madre y su padre (mis abuelos), que se sienta completamente acogido en nuestra familia, en el lugar que le corresponde, y que pueda emprender el vuelo cuando sienta que ya es el momento.

Deseo también, a todos aquellos bebés y seres que en mi sistema partieron tempranamente, o simplemente, ya no se volvió a hablar de ellos, se reencuentren con sus madres y padres y puedan sentirse completamente acogidos en nuestra familia.

Y por extensión, mi mirada de inclusión se extiende a todos aquellos bebés y seres que en el Planeta partieron tempranamente. Y así también, a todos los padres y madres que tuvieron dificultades para reencontrarse y acompañar a sus hijos e hijas, deseando que ahora ya puedan hacerlo.

Con Amor.

Ma.Àngels