Isabel, Santa Perpètua de Moguda

Me acerqué a las Constelaciones porque una situación en concreto me hacía sufrir mucho: la prisa. Me sentía en tensión e iba siempre corriendo, con una sensación de impotencia y sufrimiento grande.

Con el trabajo de Constelaciones se fue el sufrimiento.

Y no quiere decir que llegue siempre a tiempo, quiere decir que ya no voy corriendo ni sufro por ello. Ha sido una gran liberación para mí. Incluso mi hija también la ha sentido.
Ahora, después de haber participado en diferentes talleres, me siento más ligera, como si todo fuera más fácil.

Cada vez veo más claro mi camino y me veo con más fuerza y coraje para andarlo con ilusión.

Tengo la sensación de estar haciendo un gran trabajo interior.