Dar las gracias
– No sé dar las gracias orando.
– Tu oración es tu trabajo. Orar son las alas del que no tiene alas.
– Dime cómo hacer de todo una ofrenda.
– Ya es ofrenda si no actúas para ti.
– ¿ Cómo ser libre de mi “pequeño yo”? Lo detesto
– No detestándolo. Lo detestas porque le tienes miedo. Si te dieras cuenta de que él te enseña tanto como pueda enseñarte yo, lo amarías.
.
.
.
.