Juegos psicológicos
Las personas necesitan “caricias” y practican juegos psicológicos para conseguir estas “caricias”. Cuando abandonan los juegos, abandonan el dar y recibir “caricias negativas” que son las recompensas del juego. Cuando dejan de practicar juegos psicológicos, pueden tener en un comienzo una sensación de privación. Algo que parecía esencial para sus vidas se ha ido, porque las personas acostumbradas a “caricias negativas” crean situaciones en que acabarán recibiéndolas. El ser humano busca obtener “caricias negativas” antes que no obtener nada.
Es importante en este punto entrenarse en la ley de abundancia de “caricias”. La renuncia a dar “caricias negativas”, buscando las “positivas” para uno mismo y para los demás es un paso básico para dejar de jugar juegos psicológicos. Estas en un juego cuando sientes confusión y la situación no es clara, dando giros ambiguos.
Se observa, pues, que generalmente no nos damos cuenta de lo negativos que son los juegos psicológicos, de las energías que se derrochan y el tiempo que se invierte. Y sobretodo, al jugador puede faltarle el punto de comparación de vivir la intimidad, donde se recibe directamente lo que inconscientemente busca en los juegos: sinceridad, autenticidad, ternura e interés por uno mismo y por el otro.
¿Se puede dejar de practicar este tipo de juegos? ¡Sí!
¿Se puede aprender a vivir la intimidad con autenticidad? ¡Sí!