10 Causas por las que no consolidan las Nuevas Relaciones – 4ª causa

Seguimos con nuestra serie de post sobre las 10 Causas por las que no consolidan las Nuevas Relaciones – 4ª causa

4. Ser “pareja” de uno de los progenitores

Pueden darse diversas situaciones por las que un hijo/a, de forma inconsciente en la mayoría de los casos, ocupe el lugar, energético y emocional, de uno de los progenitores. Cuando alguien se encuentra en la situación de ser pareja de uno de sus progenitores, no hay cabida para nadie más. ¿En qué casos hemos visto que esto sucede? 1) El caso más fácil de entender es aquél en el que el padre muere tempranamente, dejando varias criaturas a cargo de la madre. En general, una de ellas asume la responsabilidad de cuidar de la familia junto con la madre. Especialmente tendrán tendencia los varones, y más si el primogénito lo es. Los años pasan, la criatura crece, pero para entonces las colocaciones han quedado asentadas y se han hecho costumbre. Puede suceder que el hombre sienta que traiciona a la madre si gira su atención hacia su nueva familia. O puede ser que la madre esté dependiente y no le suelte por temor a quedarse sola. O ambas cosas. Entonces, ¿qué sitio se le ofrece a la nueva invitada? Ninguno como mujer de igual a igual. Puede que encuentre un lugar si tiene una tendencia sumisa, y siendo compañera se coloque como una niña frente al hombre y la madre de éste. Todas las combinaciones con independencia del sexo son posibles. 2) Otro caso de ser “pareja de uno de los progenitores es cuando un hijo/a cree que es mejor que papá o mamá para satisfacer las necesidades afectivas e intelectuales del progenitor de sexo contrario. Así, el pensamiento interno de la criatura respecto a su progenitor del mismo sexo es “yo soy mejor que tú para él/ella” y compite por el lugar. En algunos casos, la afinidad de carácter facilita estas confusiones. Otras veces es el vínculo emocional lo que facilita este desorden. Vemos en algunos casos que estas almas han estado juntas en otras vidas, y posiblemente como pareja, y a ambos les queda la memoria y por eso fácilmente tienden a “excluir” al otro progenitor. Es posible que una de las lecciones de las almas cuando encarnan como madre/hijo padre/hija sea aprender a amarse, en este caso, soltándose mutuamente, y tener experiencias nuevas con otras personas, sin excluirlas y sin encerrarse en la relación aislándose de los demás.