Belfast, 16 agosto 2015
– Es un reto transmitir mensajes de un ser que traspasó hace más de 30 años, con apenas 20, y con quien no tienes un idioma en común.
En esta última vida, él era de nacionalidad griega y le transmito los mensajes a su sobrina (no nacida en el momento de su partida) y con quien hablo en inglés.
¿Cómo hacen entonces?
Con imágenes.
En mi campo mental se dibujan imágenes, algunas más claras que otras, las cuáles van relatando una historia en la que presente, pasado y futuro se tornan uno.
Así veo/siento:
– un accidente de coche 》murió en el accidente
– cuerdas de instrumento musical 》 tocaba la guitarra
– un tablero largo blanco y piezas de coche, cosas relacionadas con mecánica 》 por un tiempo trabajó con su hermano en el negocio familiar vendiendo recambios de coche
– un sombrero con punta o una pluma 》llevaba un sombrero con forma durante el servicio militar
– también unos pantalones y botas significativos, no distingo si son de pescar o de montaña 》 quizás son los militares
– alguien dibuja aros al sacar el humo cuando fuma 》 su hermano, el padre de la mujer que está conmigo (la sobrina).
– y por último y la que abre más interrogantes por lo que más adelante relataré: una esponja de baño, amarilla como el sol, redonda, de tacto suave y que cuelga de un cordón blanco. Su sobrina no relaciona con nada.
Posteriormente nos dirigimos a casa de un amigo de ella recién operado para ayudarle en su postoperatorio. “Casualmente” lleva el mismo nombre que el tío fallecido. Y cuál es nuestra sorpresa cuando entramos al baño y nos encontramos, de frente, con una esponja amarilla exacta a la descrita ¡colgada delante de nuestros ojos!