El conflicto de separación con mamá

La mayoría de las almas estamos marcadas por una vivencia de separación con mamá, real o sentida, cuya impronta, más o menos fuerte, condiciona nuestra presencia y conexión con la vida. El conflicto de separación suele darse a edad temprana, y se experimenta como abandono, rechazo, distanciamiento o desgarro emocional. Como si algo nos fuera arrancado. Esto queda grabado en nuestra memoria como carencia.

Una de las carencias más duras con las que un Ser Humano camina: la carencia afectiva. El conflicto de separación se da en múltiples maneras:

  • Algunas separaciones se iniciaron en el parto: cuando en lugar de poner al bebé sobre la mamá, se lo llevan por protocolo o necesidad vital. Pueden ser unos minutos, pero también horas o días. ¿Cómo es para la memoria emocional del bebé?
  • En otras ocasiones la madre queda apartada un tiempo cuando nacen los hermanos, o a los ya nacidos se les lleva a casa de familiares. A veces los niños son tan pequeños que no entienden… ¿dónde está mamá?
  • Otras veces el trabajo es el causante de que mamá vea poco a sus hijos/as, jornadas largas de trabajo hace que llegue tarde y que cuando está, pues no esté disponible para nosotros, porque entonces tocan las tareas domésticas, la cena, …
  • A veces son enfermedades las que alejan a mamá de nosotros.
  • En algunos casos, mamá no está emocionalmente disponible porque también tiene su propia vida y emociones por gestionar … y aunque está, está ausente o distante o no lo que necesitamos.
  • En otros casos sucede que no estás de acuerdo con lo que mamá piensa o quiere para ti, y te peleas, y te sientes incomprendido, no aceptado, no apoyado, inadecuado, ….
  • En casos más extremos, la muerte se llevó a mamá de nuestro lado.

Con independencia de la duración de la separación, y con independencia de si al crecer te olvidaste de los eventos vividos, en nuestra memoria emocional sigue grabada la percepción de carencia y separación. La separación con mamá también nos marca un separación con el Todo. Algunas personas que se inician en el camino espiritual pretenden convivir con la idea de poder “estar unido al Todo” pero no hablarse con mamá. Sospechamos que no es posible saltarse a mamá para llegar a Dios. La buena noticia, en cualquier caso, es que el conflicto de separación con mamá es una percepción. La percepción da una impronta emocional. Y aunque los eventos no pueden cambiarse,  la percepción emocional registrada sí es cambiable. Así, parte de nuestra tarea en la vida va a ser si somos capaces de caminar el recorrido de vuelta. Si lo logramos, seremos capaces de tomar aliento para la vida. Porque tomar a mamá y tomar la vida van a ir de la mano. En el Taller de la Madre con Constelaciones Familiares, realizamos el camino de vuelta a mamá, recorriendo aquella separación para deshacerla y transformarla en memoria de unión. Al tomar a mamá, recorremos el camino hacia la Plenitud, ya sea en amor, salud o economía.

Desde la carencia, el Ser espera, pide, reclama o exige que los demás le nutran. Desde la Plenitud, el Ser se da y se entrega a los demás.

Quien camina el tomar a mamá, está en el camino de la Plenitud, hacia mamá y hacia Dios (el Todo). Al tomar a mamá, se toma la fuerza con la que poder volar en la vida.