El padre, la energía masculina y la conexión entre unos y otros
Las palabras devienen limitadas para describir la plenitud y paz alcanzadas con el taller de este fin de semana sobre El Padre y la energía masculina, abordado desde las Constelaciones Familiares.
Vinieron los grandes Maestros y altas frecuencias a manifestarse y guiarnos para sortear todos nuestros discursos mentales, nuestros límites, lo aprendido por generaciones, los muros construidos de culpas, dolor, ausencia de placer, encerramientos, faltas de confianza y autoestima, y nos fueron arrancadas nuestras memorias para podernos liberar del velo que nos impide vernos unos a otros, hombres a hombres, mujeres a hombres, hombres a mujeres, y darnos cuenta de la gran riqueza que nos rodea y que nos ofrecemos mútuamente.
Pudimos darnos cuenta de cuán útil es el desafío y la competitividad para el desarrollo de nuestra fortaleza y cuán inútil se vuelve cuando es usado permanentemente en todas las situaciones como acción última, sin sentido profundo, sólo por un ego insatisfecho que olvidó estar al servicio de la vida. Pudimos recuperar nuestra visión de sentido.
Pudimos recuperar nuestra visión de qué es la plenitud y la paz del estado del Ser en comunión con la Gran Conciencia.
Se trasciende, entiende, comprende, acepta, profundamente al otro, a ese hombre-padre, ese hombre-partner-compañero, ese hombre-humano.
Y él puede soltar su interés sólo por la joven-juguete-sexual que me pertenece, para trascender esa mirada pueril y alcanzar a ver a la joven-mujer-madre-abuela, tomarla, admirarla y honrarla.
Y así, ambos, hombres y mujeres, alcanzan la Plenitud que les aguarda. Completamente inocentes.
Y ahora, ¿quién soy?, ¿cuál es mi papel, rol, lugar?
Ahora ambos aprenden a caminar de nuevo, nuevos, tolerantes en su no saber, presentes el uno con el otro, y reescriben todo de nuevo: su identidad, su rol, su sentido y el cómo.